Soldadito de plomo.

Ausente por tu amor, esta situación me desgarra la piel... Soldadito que tan lejos te tengo.
Cartas, unas de amor y otras de desesperación, mi alma solo duerme tranquila si sabe que solo estas bien. Miro una y otra vez por la ventana... el sol aparece y se oculta tras las nubes que lo hacen desaparecer... un atardecer esta por llegar, aunque solamente presto atención a las palabras que escribo para que lleguen a su destino. Dibujo corazones al filo de las hojas que serán destinadas. Con una pluma sencilla de punta fina, la que tu me regalaste antes de emprender aquel viaje. Me estremece saber que estas lejos de mi. Ya no brillo como antes, salgo a la calle y la luz me provoca dolor, me prohíben ver bien, mis ojos están aturdidos. No me he acostumbrado a estar sola, solo necesito que vuelvas. El mundo me ha apartado del propio. El destino fue el que eligió todo esto, se que no eres el culpable de estos actos.
Quiero ser la culpable de tu insomnio, la que te haga tomar una decisión, reflexionar... no me imaginaba una vida sin ti, ahora verdaderamente es cuando me estoy dando cuenta que no siento electricidad en mi cuerpo desde que te marchaste.
Un cúmulo de cartas recibidas se almacenan en mi baúl mas preciado, aunque las palabras de el, en mi mente. Solo es cuestión de tiempo, pasa demasiado deprisa aunque no tan rápido como quiero.
Soldadito, quiero que me traigas el desayuno todas las mañanas acompañadas de pétalos de rosas, y traerte contigo tus labios que ahora necesito desesperada. El viento me susurra tu nombre cada vez que dejo mi ventana a medio cerrar. Llevo bastante tiempo sin poder hablar contigo, solamente leo tus palabras. La espera se que me está haciendo eterna, absorta de tu regreso de tu mirada, de ti....
Solo espero volver a quedarme embobada en tu sonrisa. Ensimismada de tu amor.
Un atardecer tras otro, solo quiero volver a ver uno si no te sueltas de mi mano querido fiel amigo Soldadito de plomo.